El estudiante llama a la puerta del profesor en mitad de la noche.
− ¡He perdido mi capacidad de concentración! – dice. – ¡No consigo desarrollar todos los temas que Usted me ha pedido!
− Esto va a pasar, − contesta el profesor. – No hay que preocuparse mucho por lo que sientes ahora, hay que tratar de evolucionar.
Semanas más tarde, el estudiante vuelve a la casa del profesor.
− ¡Finalmente lo he conseguido! – grita muy alegre. – Siento que mi alma está menos angustiada, estoy más seguro de lo que quiero y puedo hacer lo que Usted me ha pedido sin ningún problema.
− Esto va a pasar. No hay que preocuparse mucho por lo que sientes ahora, hay que tratar de evolucionar. – Es la respuesta del profesor.
Preguntas del texto:
1. ¿Quién llama a la puerta del profesor en mitad de la noche?